viernes, 18 de julio de 2008

martes, 15 de julio de 2008

La epopeya de Gilgames

Escribe: Danilo Barrón Pastor. (*)

Hace poco más de cien años, Mesopotánea, especialmente su capital Nínive, comenzó a recuperar su historia, sólo habían subsistido algunas referencias en algunas obras hebreas, griegas y romanas.
La reconstrucción de los siglos perdidos se ha logrado gracias al hallazgo y desciframiento de innumerables tablillas de barro inscritas con caracteres cuneiformes, entre las tablillas que nos revela la historia y la cultura de la Mesopotánea antigua figura el poema de Gilgamesh.
El texto más completo (aunque mutilado) fue encontrado en las ruinas de Nínive, en una colección de obras literarias de la Biblioteca de Asurbanipal de Asiria, ciento cincuenta fragmentos importantes y además se han descubierto en sitios de Irak-Uruk, Babilonia, Tell Harmal, Mimsud, Assur, hacen ver que existía una versión que se copiaba fielmente.
La más antigua civilización humana (seis mil años antes de nuestra era), fue llamada por los griegos, Mesopotamia, "entre ríos", Éufrates y Tigris, allí se formaron las ciudades más antiguas del mundo, entre ellos están Shurupak (según la tradición local fue escenario del diluvio universal), y Uruk que se la patria de Gilgamesh, quien fue un personaje histórico de carne y hueso. Posteriormente se le calificó de Sumeria, y ese pueblo se le atribuye la invención del más antiguo sistema de escritura y que con el tiempo habría de transformarse en lo que hoy se conoce como escritura cuneiforme.
La obra está considerada como la más antigua de la historia de la literatura, que data del tercer milenio antes de cristo.
El Poema:
Es el segundo gran poema de los mesopotáneos, después del ENUMA ELISH, pero desde el punto de vista literario sobrepasa a éste tanto que debido a su influencia sobre las literaturas antiguas de medio oriente y occidente puede y debe ser considerada entre las obras clásicas de la antigüedad. Fue muy conocido con el nombre original en acadio SHA NAGBA IMURU, que traducido significa "aquel que todo lo vio" o "El que ha visto el fondo de todas las cosas y todos los países" y que es, al mismo tiempo, el primer verso del poema. De origen sumerio, su antigüedad se remonta al tercer milenio antes de Cristo, pero fue conocido en el mundo contemporáneo recién a partir del siglo anterior.

Trama y comentario:
La epopeya se inicia con la presentación del héroe, presentación que es también el prólogo de toda la obra, como se ve en los siguientes versos:
"Es que ha visto el corazón de todas las cosas y todos los países, el que ha sabido todo para enseñárselos a todos, dará a conocer su experiencia y todos aprovecharán de ella".
Inmediatamente después pasa a relatar la tiranía de Gilgamesh por lo que los habitantes de Uruk se quejan ante los dioses.
Ante este reclamo, la diosa Aruru -creadora de la humanidad- moldea un bloque de arcilla y forma a Enkiru, aladid de Ninurta, dios de las batallas. Esta parte acusa gran relación con el mito endémico de la creación y es muy posible que el autor o recopilador del Génesis haya conocido muy bien la epopeya y basara algunos relatos suyos en ésta. Aruru forma a Enkidu.
Enkidu es primitivo y bárbaro, vive en armonía con la naturaleza y en permanente amistad con los animales, pero es un hombre posee el don de la inteligencia y la emplea para defender a sus amigos, los animales, de los cazadores, desactivando sus trampas; es todo lo contrario de Gilgamesh, habitante de las ciudades. En esta parte de la epopeya se ve la antítesis entre el campo y la ciudad, entre la civilización y la barbarie.
El conflicto con los cazadores se agudiza, es en estas circunstancias que uno de ellos, siguiendo el concejo de un anciano le acecha con una hieródula, ésta se muestra ante él; se asombra, se enamora y...
Esta parte se relaciona con la idea del pecado, del pecado como producto del conocer, y del conocer como resultado de la posesión sexual de la mujer por el hombre. Las consecuencias de este hecho derivan de la pérdida de la inmortalidad, como veremos más adelante y es nítida, aún para el lector menos avezado, la relación con el mito genésico del pecado original.
Los resultados de esto no se dejan esperar, Enkidu ya no podrá seguir viviendo en el bosque, ni en los campos, en armonía con la naturaleza, es pues una versión más antigua de la expulsión del paraíso, ahora tiene que trabajar para subsistir, integrarse a la civilización.
Luego combaten Gilgamesh y Enkidu, siendo el vencedor Gilgamesh, éste, lejos de humillar a su contrincante y asumir una actitud soberbia, levanta a Enkidu y le rinde homenaje manifestándole que hasta entonces no había tenido la oportunidad de combatir con alguien tan fuerte como él. A partir de este momento Gilgamesh y Enkidu será amigos inseparables y juntos acometerán diversas aventuras y en caso del primero, variará su actitud frente a los habitantes de Uruk convirtiéndose en bienhechor.
La primera aventura que comenten será lo del bosque de los cerdos, contra el gigante Humbaba o Huwawa, ser temido que abusaba continuamente de los habitantes de Uruk.
El combate se realiza, el gigante es muy fuerte y resiste muy bien el ataque, después de una agotadora lucha los amigos se imponen, Humbaba pide clemencia pero no se la dan, le cortan la cabeza y vuelven e Uruk. el ingreso a la ciudad es apoteósico, los amigos son aclamados y admirados por todos, rindiéndoles homenaje.
En esta circunstancia Ishatar, la diosa del amor y la fertilidad, pone sus ojos en Gilgamesh y le propone matrimonio, pero es rechazada por el héroe. La ofensa es grave, le exige a su padre, el dios Anú, dios de cielo, vengarse. Anú no puede negarse y crea un toro celestial que causa estragos a la ciudad y castigará a Gilgamesh; a cambio Isthar asegurará siete años de buenas cosechas, esta parte coincide con el sueño de José. (La Biblia).
El toro hace ruinas en los sembríos y alrededores de la ciudad, los hombres sucumben ante él. Gilgamesh y Enkidu matan al animal después de una cruenta lucha. La ofensa es grave, como consecuencia Enkidu debe morir, tiene sueños de mal augurio y enferma, se aventura en otras doce empresas con Gilgamesh, pero al final muere. Ante la muerte del amigo, Gilgamesh se desespera y lamenta, adquiriendo plena conciencia sobre su condición del mortal.
Gilgamesh toma conciencia de su propia muerte y teme, teme morir. Recuerda entonces que un antepasado suyo, un Napishti, es inmortal por haber sobrevivido al diluvio y decide ir donde él, emprendiendo así un largo viaje en busca de la inmortalidad; en el trayecto se encuentra con Shamash y le rinde homenaje. Llega a orillas del mar de la muerte donde un barquero de Un Napishti, le traslada a la otra orilla. El viaje dura un mes y medio, en el que evitan tocar las aguas mortales, llegan al lugar de los bienaventurados, donde vive Un Napishti. La inmortalidad sólo pertenece a los dioses, dice el Un Nipishti y le relata cómo consiguió este don después del diluvio.
Los dioses decidieron destruir la humanidad mediante un diluvio. Ea, dios de la tierra reveló este designio a Un Napishti y le ordenó construir una nave para embarcarse en la misma con su familia, los animales y las plantas.
El diluvio estalló con rayos y truenos, y le siguieron profundas tinieblas. Los dioses se asustaron; todos lloraban y la diosa Isthar reprocha a Enlil -dios de las tempestades- por el castigo severo que les ha infligido.
Después de siete días cesa el diluvio, la nave se detiene. seis días después Un Napishti envía una paloma, una golondrina y un cuervo que no vuelve. Al final Enlil se concilia con Un Napishti, lo bendice y confiere la inmortalidad a él y a su esposa. este pasaje se asemeja al bíblico "El arca de Noé".
Después Gilgamesh se somete a la prueba del sueño, el héroe no logra superar la prueba. Luego le revelan el secreto: deberá navegar en el Apsú -las aguas primordiales-, en cuyo fondo encontrará una planta que devuelve la juventud.
Gilgamesh se adentra en las aguas, cuando está en medio del lago divisa una planta, se sambulle y lo coge, no puede contener su alegría y exclama:
"La llevaré a Uruk de los cercados, le daré de comer, compartiré esta planta, su nombre será: "el anciano vuelve a ser joven".
Gilgamesh se dirige a Uruk, deja la planta en la orilla de un estanque, una serpiente sale de su agujero y huye con la planta insultando a Gilgamesh, a éste no le queda más que lamentarse.
Se despide del barquero y regresa con las manos vacías a Uruk.

* Profesor de Literatura de las universidades: "Federico Villareal" y "Alas Peruanas". Director de la revista cultural "Rima Rima". Miembro de CADELPO y AEPA-FL.