A veces te llamo en silencio y tú no estás.
Se rompen los días y se arrugan las horas.
Desde acá te amo en la oscuridad,
respirando el perfume de tu cuerpo
escuchando tu voz y viendo tu imagen
divina en los rincones de mi cuarto.
Me perteneces hoy, desde
el pasado que no te conocía.
Sé que he nacido para ti, y
tú para entregarme todo
viniste a la tierra.
Escucha mi voz, que te sea dulce
que no te tenga miedo, deja que acaricie
con mis labios, tus senos y tu cuello,
y con mis dedos que te enrede tus cabellos.
Mucho tiempo atrás seguro
que nos cruzamos sin sonreírnos.
El camino fue largo y áspero.
La experiencia que viví me llevó hacia ti.
Desde entonces eres mi compañera de
toda mi existencia y caminas a mi lado
a toda hora y en todo momento
en la primavera y el otoño,
en el invierno y en el verano.
Lima, 1994
1 comentario:
asu profe lo felicito,... muy bonitos versos , pero lo mejor creo que es el sentimiento plasm ado, yo tengo algunos versos quizas algun dia se lo muestre pero si..elegante el estilo....
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