Uno
Lo nuestro fue 369 días.
Recordaré sólo un día
el que nunca me fue destinado.
Hemos andado juntos construyendo
castillo que no duran.
Cómo ha pasado el tiempo,
hemos corrido encadenados vagamente,
cómo pudo haber caído nuestro amor al polvo.
Así es la vida
una sola hora larga, interminable
y esta hora te la consagro
con todo lo que pueda traer.
Toda esta hora es tuya
y en el último segundo
la red temblorosa cerrará mis ojos.
Dos
Cómo ha pasado el tiempo.
No sé cómo pude leerte
y cómo pude soñarte.
No sé en qué página te leí
y en qué sueño te soñé.
Si alguna vez te amé
y después de amarte te amé,
si alguna vez caminé a tu lado,
hoy no conozco tu destino.
Adiós para siempre.
Tres
Cómo olvidarme de ti,
si todas las noches vas por mis sueños.
Cómo olvidarme si soy ladrón de tu camino.
Cuatro
¡Adiós! cuídate
y cada vez
llegabas distraída
y aquellas veces
decías que el olvido
no existe.
Sordo ignoré y grité
que te amaba.
No sé cómo pude amarte
si no me querías.
Cinco
Cuando te vayas, inventaré atardeceres
que nunca llegarán.
Te hablarán por mí
las librerías, los libros y la
páginas escritas.
Conserva con mucho celo
los lugares que recorrimos
y las cosas que inventamos
guarda todo lo nuestro en silencio.
Te encontré en una página
en blanco y en las canciones
de Silvio Rodríguez,
y en los poemas de Neruda.
Cuida nuestra historia en silencio
y conserva lo nuestro como el
amor que tuvo una vida.
Lo nuestro fue 369 días.
Recordaré sólo un día
el que nunca me fue destinado.
Hemos andado juntos construyendo
castillo que no duran.
Cómo ha pasado el tiempo,
hemos corrido encadenados vagamente,
cómo pudo haber caído nuestro amor al polvo.
Así es la vida
una sola hora larga, interminable
y esta hora te la consagro
con todo lo que pueda traer.
Toda esta hora es tuya
y en el último segundo
la red temblorosa cerrará mis ojos.
Dos
Cómo ha pasado el tiempo.
No sé cómo pude leerte
y cómo pude soñarte.
No sé en qué página te leí
y en qué sueño te soñé.
Si alguna vez te amé
y después de amarte te amé,
si alguna vez caminé a tu lado,
hoy no conozco tu destino.
Adiós para siempre.
Tres
Cómo olvidarme de ti,
si todas las noches vas por mis sueños.
Cómo olvidarme si soy ladrón de tu camino.
Cuatro
¡Adiós! cuídate
y cada vez
llegabas distraída
y aquellas veces
decías que el olvido
no existe.
Sordo ignoré y grité
que te amaba.
No sé cómo pude amarte
si no me querías.
Cinco
Cuando te vayas, inventaré atardeceres
que nunca llegarán.
Te hablarán por mí
las librerías, los libros y la
páginas escritas.
Conserva con mucho celo
los lugares que recorrimos
y las cosas que inventamos
guarda todo lo nuestro en silencio.
Te encontré en una página
en blanco y en las canciones
de Silvio Rodríguez,
y en los poemas de Neruda.
Cuida nuestra historia en silencio
y conserva lo nuestro como el
amor que tuvo una vida.
Lima, 2004.
2 comentarios:
Hola Profesor, encuentro muy interesantes sus escritos, realmente me gusta leer de poetas contemporáneos porque es agradable saber el modo de pensar de las personas que conviven con nosotros en esta sociedad tan vertiginosa. Yo también posteo algunas cosas en mi blog desde el 2007. Me ha agradado leer sus composiciones, espero que no deje de escribir y publicar,
Saludos
C.M.A.A
Hola amigo Danilo, acabo de leer tu poema y me alegra saber que aùn pervive la buena poesia, y en particular de nuestra gente ancashina. Ante tanta mediocridad y el consumismo que nos atrapa cada dia y no tenemos tiempo para leer, y menos ... poesia.
Un abrazo.
Atte.
Augusto Llosa Giraldo
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